miércoles, 21 de febrero de 2018

El narrador Firmin

El narrador es un elemento muy importante dentro de la narración literaria. En estos momentos nuestros alumnos se han convertido en narradores de una historia un tanto curiosa: son el ratón Firmin, cuyo dueño ha perdido algo y deben ayudarlo a encontrar ese "algo" que ha perdido.


Abrió la puerta que había junto a la librería y se puso a hurgar en un armario, escarbando con las manos y refunfuñando y arrojando cosas al suelo, a su espalda: ropa, zapatos, un tocadiscos demolido en parte, una tostadora, buena cantidad de revistas Life, y más cajas. Me hizo pensar en un perro escarbando la tierra. Entonces...
cogí un cascabel y me puse a hacer ruido para que me oyera. Estaba diciendo que no encontraba el libro que le había dejado su amiga y que se lo tenía que devolver. Lo que él no sabía era que se le había caído al suelo sin darse cuenta porque para buscar las cosas hay que hacerlo con calma y bien. Entonces me escuchó y paró. Yo le estaba señalando el libro pero él no me hacía caso, por lo que hice un cartel que ponía "¡AQUÍ ESTÁ TU LIBRO! Seguí haciendo ruido y por fin encontró lo que estaba buscando.

Marina Valero Bizarro.


me di cuenta de que estaba buscando un viejo libro que yo cogí para ojearlo porque me pareció muy interesante. De pronto, hice llamar su atención subiéndome en sus gafas y haciéndolo mirar en la dirección en la que se encontraba el libro. No sé si vio o no el libro porque en ese momento yo me llevé un buen zapatazo...¡Qué dolor en el pompis! He aprendido que no hace falta llamar la atención de los humanos, puedes ser tú el mal parado.

Lucía Guerrero López.


intenté hacer lo imposible para que consiguiese encontrar lo que tan desesperadamente buscaba, pues yo me acordoba de dónde había puesto el libro que estaba buscando. En ese momento salí de mi agujero y corrí para que me viese; al intentar atraparme hice que corriese hasta la mesilla de noche donde tenía su libro.

Clara Bizarro Domínguez.


me di cuenta de que estaba buscando unos viejos discos. Como yo los había visto, salí corriendo como un balín para dárselos, pero cuando fui a entregárselos, se me cayeron al suelo. Mi dueño se enfadó bastante y decidí escapar de allí y no volver nunca más a casa.

Victoria Rosa Lima.

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